Tener un hogar donde vivir es uno de los objetivos principales del ser humano; sin embargo, muchas veces por la ilusión de hacerse de un patrimonio propio de manera accesible, otras personas se aprovechan de la situación y se hacen pasar por protectores y líderes, cuando en realidad sus intereses son otros.
Un ejemplo claro fue lo ocurrido en Acapulco, colonia Rubén Jaramillo, donde supuestos líderes empezaron a cobrar cuotas (sin identificarse como apoderados legales) para posteriormente desaparecerse de un día para otro y ocho años después regresar con extorsiones y amenazas.
«Hay personas que se dicen nuestros representantes, pero nosotros somos los verdaderos fundadores, tienen que respetar el precio por metro cuadrado que se acordó y no estar hostigando a los ciudadanos que llevan 20 años viviendo en la colonia», dijo la fundadora de la Colonia Guadalupe Arenas Palemonte.
De igual manera, en el Estado de México, municipio de Tecámac, cientos de familias resultaron estafadas por un supuesto líder que protegería sus derechos, José Humbertus Pérez Espinoza les pedía una cuota para resolver sus casos del crédito hipotecario, incluso les decía que dejaran de pagar la deuda que tenían, situación que afectó a las familias, pues además de perder dinero por confiar en una persona que se hizo pasar por héroe, también perdieron su hogar.
“Los vecinos ya no confiamos en José Humbertus, nos endulzó el oído con falsas promesas y dijo que, si le dábamos una cuota, él resolvería nuestros casos del crédito hipotecario, le hicimos caso y cuando llegaron a desalojarnos él nunca apareció”, comentó un vecino que prefirió no revelar su nombre.
Otro ejemplo de ello es el caso de Veracruz, municipioPaso del Macho, donde alrededor de 20 personas resultaron ser defraudadas por el presidente de la Fundación AgroConfía Fundación Rural A.C. quien prometió apoyos para obtener una vivienda digna a cambio de aportar mil 200 pesos para cobrar el cheque con el beneficio.
Para estos sujetos es fácil hacerse pasar como protectores o líderes que protegen los derechos de la vivienda, para después sacar beneficio de ello. Las personas se muestran vulnerables y con la ilusión de obtener una vivienda digna y su primer patrimonio propio, por eso es sencillo manipularlos con discursos heroicos.
Hay distintos tipos de fraudes en cuanto a vivienda se trata, están los que se hacen pasar por dueños de las casas, los que prometen conseguir ayuda monetaria para obtener un patrimonio, los que engañan al momento de la compra y los que difunden el discurso que la vivienda, donde esta dicen que no es digna para vivir.
Al final, todos perjudican a las personas que sólo buscan hacerse de una casa, los dejan sin hogar, sin dinero y con desconfianza hacia los demás e, incluso, hacia ellos mismos por haber confiado en estos supuestos líderes.