Ciudad de México. El Senado aprobó anoche en lo general la minuta de la Ley de la Industria Eléctrica, que fortalece a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresa pública del Estado al eliminar disposiciones que la ponen en desventaja frente a las compañías privadas, la mayoría extranjeras, que son sus competidoras y a las que estaba obligada incluso a otorgar subsidios millonarios.
Esa iniciativa preferente del presidente Andrés Manuel López Obrador se aprobó en sesión digital con 68 votos a favor de Morena y sus aliados, y 58 en contra de PAN, PRI, MC, PVEM y PRD, además del morenista Germán Martínez y de Nancy de la Sierra, del PT, quienes sufragaron a contracorriente de su bancada.
El debate en lo general se prolongó por casi cuatro horas, con la insistencia del bloque opositor de que la reforma viola la Constitución y tratados internacionales, además de propiciar luz más cara y severa contaminación ambiental, mientras el grupo mayoritario refrendó que se recupera la rectoría del Estado sobre sus recursos eléctricos y se fortalece la soberanía nacional, con base en lo establecido en la Carta Magna.
“La iniciativa es constitucional”, pues en ninguna parte de la ley suprema se establecieron reglas para la participación de particulares en áreas exclusivas del Estado, como son la planeación y el control del sistema eléctrico nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de energía, resaltó el coordinador de Morena, Ricardo Monreal. Agregó que a nadie debe extrañarle esta modificación, ya que la lucha de la 4T es por revertir las privatizaciones.
La panista Nohemí Reynosa reprochó a los morenistas que no hubieran querido llevar a cabo un parlamento abierto y optaran por aprobar a toda prisa y sin cambios la minuta. “Para ustedes lo único importante es escuchar a su patrón, que despacha desde Palacio Nacional y que ahorita está jugando beisbol”.
La respuesta fue inmediata: “El patrón de todas y todos nosotros es el pueblo, es al que nos debemos y es el que nos paga, sólo que aquí haya senadores a los que les pague Iberdrola y vengan entonces a defender otros intereses”, señaló Ana Lilia Rivera (Morena). Añadió que se echan abajo los cambios que llevaron a cabo “traidores a la patria”.
Su compañero Martí Batres recalcó: “Podrán decir que cumplimos orientaciones del Presidente, pero nunca que cumplimos orientaciones de Odebrecht, de Iberdrola, de Repsol”, y tampoco “que recibimos sobornos o bonos, como los que dieron a los legisladores que aprobaron la reforma energética de Peña Nieto”, que abrió el paso a las trasnacionales eléctricas y petroleras.
Claudia Ruiz Massieu (PRI) sostuvo que era un “día negro”, al regresar al pasado, al devolver a CFE el monopolio de la electricidad y auguró que quienes la aprobaron se arrepentirán “cuando por muchos lustros tengamos que pagar compensaciones millonarias a los inversionistas privados extranjeros y mexicanos, cuyos derechos ustedes estarán violentando hoy”.
Frente a la insistencia de la oposición de que esa reforma excluye a las empresas privadas, encarecerá la electricidad, porque la energía limpia es más barata, Rivera y Monreal precisaron que no se descartan las energía renovables, ya que las empresas privadas seguirán operando, pero “con piso parejo”, sin privilegios, ni excesos, como el de obligar a la CFE a comprar energía a altos costos a las trasnacionales.
“Se pretende eliminar la simulación y el fraude a la ley, amparados bajo el régimen de autoabasto, que se disimuló, se disfrazó y se protegió sobre todo en la reforma de 2013, que fue aprobada por el Pacto por México”, resaltó Rivera.
En La Jornada