Andrea Tinoco Linares, mamá de las tres bebés agradeció el amor y dedicación que médicos y enfermeras han puesto para que sus hijas mejoren

Orizaba, Ver.- Dos de las trillizas que nacieron el 27 de septiembre pasado, a las 28 semanas de gestación en el Hospital General Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y estuvieron en cuidados neonatales por su prematurez, se fueron de alta a su hogar al evolucionar satisfactoriamente. La más pequeña, quien responde favorablemente al cuidado de los especialistas podría reunirse en breve con su familia.

Andrea Tinoco Linares, de 35 años, mamá de las tres bebés: Alaia, Aisha y Amaya, agradeció el amor y dedicación que médicos y enfermeras han puesto para que sus hijas tengan la atención que necesitaron desde su nacimiento.

Este fue su primer embarazo luego de intentarlo durante 10 años. Dijo que nunca pensó que tendría trillizas, tampoco que su embarazo sería en medio de una pandemia y mucho menos que tendría Covid-19 durante esa etapa.

A través de la Oficina de Representación Veracruz-Sur se conoció que a los cinco meses de gestación Andrea desarrolló la enfermedad, sin complicaciones. Posteriormente tuvo un alza importante en sus niveles de presión, lo que provocó que se le hiciera una cesárea de emergencia el 27 de septiembre pasado. Las trillizas nacieron con un minuto de diferencia entre cada una.

Afortunadamente, las tres respondieron de forma positiva a los cuidados que recibieron desde ese momento y dos de ellas ya están en casa.

Adriana Chisco Bartolo, neonatóloga adscrita al servicio de Pediatría en el Hospital del IMSS en Orizaba explicó que las bebés fueron prematuras pues nacieron antes de las 37 semanas de gestación.PUBLICIDAD

Señaló que de 28 semanas son considerados prematuros extremos, de 29 a 32 semanas muy prematuro, y de 33 a 37 semanas, prematuro, por lo que las trillizas fueron catalogadas como prematuras extremas, por lo que dos de ellas requirieron oxígeno y apoyo ventilatorio durante un corto tiempo.

Las bebés fueron sometidas a valoraciones neurológicas, oftalmológicas, entre otras, para conocer su condición y establecer los tratamientos que favorecieran su desarrollo.

Les colocaron una sonda directo al estómago por donde su mamá las alimentó diariamente (y sigue haciendo con la más pequeña), con leche materna.

La primera en llegar a su hogar, el pasado 17 de noviembre fue Aisha, quien pesó un kilo al nacer y fue dada de alta con un peso de 1 kilo 940 gramos. Al día siguiente, gracias a su evolución y luego de más de siete semanas de permanecer junto con sus hermanas en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales llegó Amaya, quien al nacer tuvo un peso de 900 gramos y se fue a casa con un peso de 1 kilo 900 gramos.

Alaia, la más pequeña de las trillizas, que, a decir de su mamá, es la más reactiva y quien pesó 740 gramos al nacer, permanece bajo los cuidados del equipo de enfermeras, pediatras, neonatólogos y personal de nutrición. Ella pesa actualmente un kilo y medio. Y de continuar así, pronto se reunirá con su familia.

Andrea agradeció todo el cuidado que el personal y especialistas del IMSS han dado a sus hijas. “El servicio y atención que hemos recibido es muy bueno, te sientes acompañada, apapachada y en verdad, mis hijas han recibido además de atención médica, mucho amor”, expresó.

En El Sol de Orizaba