Las actividades de extracción de hidrocarburos mediante fractura hidráulica en Veracruz han dejado pozos abandonados sin ningún proceso de limpieza y remediación, emisiones continuas de gases tóxicos en zonas densamente pobladas, y comunidades sin agua y con diversas afectaciones, denunciaron organizaciones civiles.
La Alianza Mexicana contra el Fracking y el movimiento Earthworks presentaron esta semana un reporte de sus hallazgos al recorrer pozos fracturados en Poza Rica y Papantla.
Explicaron que Earthworks empleó una cámara térmica FLIR –que detecta compuestos químicos que tienen absorción infrarroja– para visibilizar la emisión de gases como el metano y de compuestos orgánicos volátiles COV (benceno, tolueno, etano y propano, entre otros), que tienen impactos en la salud y contribuyen a la crisis climática.
El recorrido incluyó plataformas con pozos fracturados de la zona Activo Integral Aceite Terciario del Golfo (ATG), entre ellos campos Poza Rica, Santa Agueda, San Andrés y Furberos.
En la zona se encuentran los pozos con mayor número de fracturas del país, entre ellos Presidente Alemán 1336, San Andrés 5044 y Furbero 1559, con 93, 85 y 70 fracturaciones cada uno.
Detalla que el campo Poza Rica 26 emite grandes cantidades de metano y diversos COV y que las dos ventanillas ubicadas encima del generador están abiertas, con fugas de hidrocarburos.