En 1952, la Torre de Pemex se convirtió en el edificio más alto del Golfo de México. Imponente, aún recibe de cara las olas del mar.
En el Puerto de Veracruz se levanta un edificio blanco, austero en ornamentación, pero elegante e imponente. Es la Torre de Pemex, una de las herencias arquitectónicas que dejó el socialismo mexicano, fruto de la expropiación petrolera.
Mide 54 metros y se encuentra en un terreno abierto, por lo que recibe de frente los vientos provenientes del mar y de los otros puntos cardinales. Tiene una estructura moderna, lo que contrasta con el resto de edificios del puerto de origen colonial o porfiriano. La Torre de Pemex tiene 13 pisos y su estilo se clasifica en el Art Decó Tardío.
Su construcción fue un encargo del presidente Miguel Alemán en 1950, quien inicialmente destinó el edificio a ser una sede del Banco de México que luciera en el malecón del Puerto de Veracruz. La misión era que se convirtiera en el edificio más alto del Golfo de México y se encargó al arquitecto Carlos Lazo Berrio.
En 1952 se concluyó la edificación y se inauguró el edificio más alto de la región. Asimismo, comenzó una nueva etapa arquitectónica para Veracruz, que hacía eco del progreso que sobrevenía de la explotación del petróleo y de su vocación comercial.
En la década de 1980 fue ocupado por Petróleos Mexicanos, lo que se tradujo en remodelaciones por parte de la empresa estatal que no siempre cumplieron con los cuidados de estilo. Sin embargo, lo esencial del edificio se conservó y aún hoy en día es capaz de transmitir a quienes lo contemplan su origen: el nacionalismo revolucionario, la apertura de México al comercio internacional y el inicio de la desmilitarización del gobierno mexicano. Desde entonces, también fue conocido como la Torre de Pemex.
El edificio posee un mural imponente titulado “El vuelo del águila”, obra de Jorge González Camarena. Lamentablemente la exhibición de la misma ya no se encuentra abierta al público. Sin embargo, en la explanada, que comparte espacio con el Faro Venustiano Carranza, se encuentra un conjunto escultórico diseñado por Francisco Zúñiga, considerado uno de los cien artistas mexicanos del siglo XX, pese a su origen costarricense.
En 2019, la Torre de Pemex pasó a manos de la Comisión Nacional del Agua, mientras que la administración petrolera se mudó a la zona de Boca del Río. Desde entonces, el edificio ha sufrido algunos deterioros en su cristalería.
Fuente: México Desconocido