Rifa del avión presidencial fue un mensaje político: Lotería Nacional

“La idea fue mostrar todo lo que se puede comprar y hacer con el dinero destinado a lujos como el avión”, explica en entrevista su directora Margarita González Saravia

La Lotería Nacional (Lotenal) y el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) rifarán los bienes confiscados por delitos y corrupción.

Casas, departamentos, terrenos, automóviles y joyas que son decomisadas al crimen organizado y que normalmente son subastadas, estarán al alcance de la población con la compra de un “cachito” de lotería, adelantó Margarita González Saravia, directora general de la Lotenal.

“Vendrían más rifas en ese sentido, es una idea que estamos trabajando con el Indep porque ellos reciben en especie muchas de estas cosas, entonces trabajamos de la mano con ellos para determinar un mecanismo transparente y adecuado para generar estos sorteos”, dijo la funcionaria en entrevista con El Sol de México.

El próximo 12 de marzo, el Indep subastará 19 aeronaves con un precio de salida de 500 millones de pesos. Con este plan, un ciudadano podría aspirar a uno de estos vehículos con la compra de un “cachito” por 500 pesos.

González Saravia comentó que la Lotenal podrá hacer rifas en especie próximamente, gracias a la fusión con Pronósticos para la Asistencia Pública, proceso que fue avalado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En noviembre de 2019, el Congreso de la Unión aprobó la abrogación de la Ley Orgánica de la Lotenal, publicada el 14 de enero de 1985, con el fin de eliminar los obstáculos para la rifa del avión presidencial.

Con esta fusión, la Lotenal podrá rifar los cinco mil lotes de Playa Espíritu, tal como propuso el presidente Andrés Manuel López Obrador en septiembre.

La funcionaria dijo que ya se está trabajando con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para definir la forma en la que se hará este sorteo especial, planeado para el 15 de septiembre como se hizo el del avión presidencial. Incluso comentó que ya visitó la zona.

“También fue un hecho de corrupción impresionante (…) Fonatur tomó el lugar y ha tratado de desarrollar sin éxito la venta, por diferentes condiciones del terreno. Ahora estamos trabajando de la mano este asunto para traducirlo en la posibilidad de sorteos. La idea es que lo desarrollemos como fraccionamiento vacacional”, refirió.

Adelantó que el sorteo entregará como premios los lotes y también dinero en efectivo.

El nuevo marco legal de la Lotenal y Pronósticos, subrayó, permitirá hacer más rifas en especie, tal como lo hace el Tec de Monterrey que sortea casas y autos.

Sin embargo, González Saravia refirió que estos planes tomarán velocidad y podrán concretarse después de las elecciones, ya que la veda no les da actualmente mucho margen de maniobra.

Sin embargo, enfatizó que su meta es que la fusión quede concretada para septiembre y que este mismo año ya se puedan realizar este tipo de sorteos en especie de la mano con el INDEP.

La funcionaria subrayó que la Lotenal, como empresa social y una de las instituciones más antiguas del país con 251 años de historia, ha tenido altas y bajas, y en los últimos años ya no generaba muchas utilidades, de ahí que se decidió fusionarla con Pronósticos con el fin de consolidar a la compañía con una nueva estrategia comercial y nuevos productos.

“Tenemos como meta que esta empresa social tenga mucho más utilidades que se vayan para beneficio social. Buscamos que con esta fusión podamos lograr que, en lugar de gastos superfluos, tengamos orientación mayor a una mejor comercialización de los productos y, por lo tanto, más utilidades, y que cuidemos esas ganancias para rendir mejores cuentas al pueblo de México”, dijo.

Añadió que podrán tener nuevos productos en más de 12 mil puntos de venta que la Lotenal tiene en la República y que, incluso, podrán cobrar servicios como telefonía, lo que dejará mayores utilidades a la empresa y a los vendedores.

Entre los planes de comercialización está sacar nuevos productos enfocados a un público joven, así como impulsar la venta de juegos digitales y se va a capacitar a los hijos de los billeteros para que continúen en el negocio con nuevas herramientas.

González Sarabia confirmó que se van a reemplazar varias máquinas de sorteos que ya están desgastadas, como publicó este diario, para garantizar transparencia en los mismos, y que se lanzará una página web con una app para ofrecer nuevos productos.

RIFA DEL AVIÓN, MENSAJE POLÍTICO

En esta nueva etapa de la Lotenal, González Sarabia dijo que la rifa del avión presidencial fue un caso que ha ayudado mucho porque generó expectativas entre la población que se lanzó a comprar su billete.

Aclaró que el sorteo realizado el pasado 15 de septiembre tuvo un mensaje político y no fue para rifar la aeronave como tal.

“La idea fue mostrar todo lo que se puede comprar y hacer con el dinero destinado a lujos como el avión”, sostuvo la funcionaria.

Asimismo, precisó que el monto entregado de los premios, de los cuales faltan tres por reclamar, salió enteramente de la venta de poco más de tres millones de billetes.

Indicó que las ganancias fueron de mil 823.6 millones de pesos, de los cuales mil 272.7 millones se destinaron para los 63 premios, y 286.8 millones de pesos del pago de impuestos.

Los restantes 264 millones de pesos fueron los remanentes que se devolvieron a la Tesorería para que la Secretaría de Hacienda destine a programas sociales y de salud.

La directiva recalcó que el dinero de los premios salió enteramente de la venta de los billetes de lotería, y que no se usó ni un quinto de los dos mil millones de pesos provenientes del Indep, como había anunciado el Presidente.

“Esos recursos (los del Indep) tenían la finalidad de garantizar los premios, pero se vendió bien el sorteo y no hubo necesidad ese recurso. Está de vuelta a la Tesorería”, dijo.

Finalmente, González Saravia dijo que todavía restan por entregar tres premios, dos a particulares y uno a una empresa, que tienen vigencia hasta septiembre, y enfatizó que a partir de este año los premios sólo podrán reclamarse en un lapso de 60 días, y ya no en un año.

En Diario de Xalapa