Veracruz es de afrodescendientes

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Al lado de la riqueza de los pueblos originarios que posee, Veracruz es el tercer estado con mayor número de personas afrodescendientes, lo que sin duda contribuye a su engrandecimiento cultural. De acuerdo con los datos del último censo de población 2020 en todas las entidades federativas existe población que se reconoce afrodescendiente, sin embargo, el 61 por ciento de esta población se concentra en Guerrero, Estado de México, Veracruz, Oaxaca, Ciudad de México, Jalisco, Puebla y Guanajuato.

En la entidad veracruzana, esta comunidad, que tuvo en la rebelión del negro Yanga, al más representativo precursor de la sublevación de africanos en la Nueva España, ha sido muy significativa en la lucha de los pueblos afromexicana. “La historia de los africanos y los afrodescendientes en la Nueva España y en toda América es una historia de opresión, pero también, y, sobre todo, es una historia de resistencia”, ha dicho David Olvera López.

Yanga no fue el primer negro rebelde de la Nueva España, señalan historiadores, pero sí el más significativo, porque su lucha lo llevó a conquistar y a ganar la denominación de San Lorenzo —hoy Yanga— en el primer pueblo libre de América Latina. Este logro, lo fue sin duda para toda la comunidad afroamericana que tuvo un papel importantísimo en la confección cultural de nuestro país.

El negro Yanga logró la libertad e independencia de los grupos rebeldes y de sus descendientes, así como la fundación de un pueblo en el que pudieran instalarse y que estuviera ajeno del influjo de los españoles. “De esta manera surgió el pueblo de San Lorenzo, cuya existencia se legalizó hacia 1640, y que también fue conocido como Negros Libres, Pueblo de Negros, San Lorenzo Cerralvo y San Lorenzo de los Negros; actualmente, dicho territorio recibe el nombre de Yanga, municipio ubicado en la zona centro del estado de Veracruz”, indica Olvera.

El negro Yanga se convirtió así en un personaje fundamental para el reconocimiento de los pueblos afroamericanos de Veracruz y para el patrimonio inmaterial de nuestras tierras. Su lucha fue adelantada a los tiempos de nuestro país, que ya aspiraba a una libertad plena.

Hace algunos días, al presentar su libro “La Negritud en Veracruz», de Coyolillo al Sotavento, el Secretario de Gobierno de esta entidad del Golfo de México, Eric Cisneros Burgos fue muy claro al señalar que “no hay minoría sin significación. Desde Veracruz podemos hacer notar que la negritud hizo germinar la semilla de la libertad”.

Hoy, estas comunidades de descendientes de negros libres, lo mismo en Coyolillo, en el municipio de Actopan, que en Mata Clara, Cuitláhuac, Tamiahua, en la Cuenca del Papaloapan o en la huasteca, reivindican la trascendencia de la negritud con su aportación a la vida social, cultural e histórica de Veracruz, como lo apuntó el funcionario estatal.

Hay minorías, olvidadas y desdeñadas, cuyas aportaciones culturales son parte hoy de la grandeza de nuestro país y en este caso, de la entidad veracruzana.