El aumento al kilo del frijol hace que la frase “aunque sea frijoles comeremos” ya no tenga el mismo sentido
Los incrementos a los productos de la canasta básica no permiten descanso a las amas de casa, si no es el huevo, es el pollo, la papa y hasta los frijoles, por lo cual ya no es válida la frase de “aunque sea frijoles comeremos”, debido a que hasta 47 pesos cuesta un kilo de frijol de las variedades flor de mayo, bayo o pinto, el negro de diversas variedades subió entre 4 y 5 pesos, ya que de 25 pesos que costaba a finales del año pasado, ahora vale 30, aunque en algunas tiendas de conveniencia sube tres pesos más.
Buscando precios, las amas de casa pueden adquirir una bolsa de 900 gramos en 21 pesos en algunos negocios, otros en 23.50 y en tianguis y abarroteras el precio se dispara a entre 28 y 33 pesos sólo el de color negro, porque las variedades de frijol bayo, flor de mayo y pinto o peruano el kilo se puede adquirir entre 34 y 46.80 el kilo.
El aceite comestible continúa al alza, ya que de 25 pesos que valía el litro ahora se le encuentra entre 27 y 35 pesos el litro. Algunos precios parecerían más bajos pero si el ama de casa lee las etiquetas se encontrará que éstos sólo tienen 900 mililitros.
El huevo es otro de los alimentos que subió de 56 pesos el cono a 69 pesos, en abarroteras porque en supermercados el precio puede llegar hasta 74 pesos el cono, lo que los comerciantes atribuyen a la llegada de la Semana Santa, en la cual mucha gente no come carne, por lo que en ese contexto el pollo se ha establecido en uno de sus precios más altos con la pechuga que costaba 40 pesos a 44 y 45 pesos.
En ese mismo contexto, la lata de sardina también registra un incremento de entre 3 y 4 pesos, pues en enero valía 29 pesos y ahora cuesta entre 32 y 34 pesos. La lata de atún de 90 gramos de masa drenada se puede adquirir desde 10 y hasta 15 pesos.
El azúcar tuvo un incremento de un peso por kilo, cuesta 19 pesos en algunos negocios, en otros está hasta en 20 y 22 pesos, si se adquieren dos kilos se obtiene un pequeño ahorro de un peso.
La leche ha mantenido su precio desde enero de este año, sin embargo en pequeñas tiendas de las colonias el litro llega a costar hasta 22 pesos la entera o semidescremada porque la deslactosada vale entre 23 y 24 pesos el litro. La fórmula láctea también que costaba 14 pesos ahora vale 16 pesos el litro.
El consomé de pollo o saborizante para sopas muestra un incremento de alrededor de 20 y 30 por ciento de acuerdo a las marcas, por lo que ahora un sobre de 250 gramos vale entre 20 y 30 pesos.
Los chiles chipotles adobados en lata también registran un incremento, los que costaban 13 pesos, ahora valen entre 16.50 y 18 pesos.
Los productos de panadería de conocida marca no han dejado de subir, pues el pan tostado que a inicios de este año valía 20 pesos subió a 22 y ahora se le adquiere en 24 pesos. Lo mismo sucede con el pan blanco para elaborar sándwiches que costaba 32 pesos y ahora vale 35 o 36 pesos. Las galletas de esta empresa y de la competencia que valían 13 pesos, ahora valen 15 o 16 pesos, lo mismo sucede con los pastelitos que valían 14 y ahora se les consigue hasta en 18 pesos.
También el garrafón de agua de 20 litros que costaba 34 pesos el año pasado había subido a 36 pesos, la semana pasada subió a 37 pesos.
La papa, que solía ser gran aliada en la mesa mexicana por su versatilidad llegó a 30 y 35 pesos el kilo, cuando costaba 14 pesos, pero en temporada de producción se podía conseguir en dos kilos por 15 pesos.
En El Sol de Orizaba