La mayoría de las personas identificadas por el Instituto Nacional de Migración eran centroamericanos y estaban dentro de dos camiones y una ambulancia
Más de 600 migrantes han sido localizados este fin de semana cuando eran trasladados en diferentes vehículos en el sureste de México. Las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) informaron el sábado de que habían encontrado a 600 personas dentro de dos camiones en el Estado de Veracruz; un día después, avisaron de que otras 36 personas habían sido identificadas dentro de una ambulancia sin placas en el Estado de Tabasco. La mayoría de los migrantes venían de Guatemala, Honduras y Nicaragua, donde la inestabilidad política y económica y la violencia han forzado a muchos salir de sus países. Desde enero, más de 100.000 personas han solicitado protección en México.
Los migrantes identificados el sábado en Coatzacoalcos, Estado de Veracruz, eran 455 hombres y 145 mujeres, todos adultos de acuerdo con el INM, que venían de 12 países. La mayoría, el 67%, era de Guatemala, y el resto de Honduras, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Venezuela, Bangladesh, Ecuador, Ghana, India, República Dominicana y Camerún. Viajaban sin agua, sin alimento ni ventilación, según ha informado el INM. Las personas halladas dentro de una ambulancia el domingo, en cambio, eran todas centroamericanas y entre ellas viajaban 11 menores. El conductor de este vehículo fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR). El ministerio público no ha dado más información sobre el caso a este periódico.
El INM ha informado en un comunicado de que actualmente “se realiza el procedimiento administrativo migratorio” de las personas identificadas dentro de los vehículos. A las personas que viajen con niños o a los menores que se encuentren solos se les ha informado, de acuerdo con el instituto, sobre “las instancias de protección a la infancia”. Las opciones que les dan las autoridades son “un retorno asistido” a un país del que tuvieron que huir o “permanecer en el país [México] a través de un procedimiento de regularización”. Pero las oficinas de migración se encuentran desbordadas ante la llegada récord de migrantes. Entre enero y octubre de 2021, la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar) recibió 108.195 pedidos de protección. La Comar opera desbordada y con menos presupuesto que el año pasado.
Cientos de personas son trasladadas de forma ilegal o retenidas en condiciones de hacinamiento en su tránsito por México. Los migrantes pagan dinero a grupos que les prometen la llegada a Estados Unidos. “Los riesgos de viajar de esa manera o forma han quedado en evidencia en situaciones similares registradas en fechas anteriores y en regiones diversas del país. Se tiene registro de la pérdida de vidas de personas adultas y menores de edad en circunstancias similares”, ha indicado el INM. En octubre, 652 personas fueron localizadas en el Estado de Tamaulipas a bordo de tres tráileres sin ventilación, de acuerdo con el INM. De ellos, 349 eran menores de edad. A finales de ese mes, la Guardia Nacional disparó contra una furgoneta en la que viajaban 13 personas procedentes de Cuba, Haití, Brasil y Ghana y mató a dos cubanos. Hace solo una semana, el INM encontró a 195 migrantes centroamericanos hacinados sin agua ni comida en un hotel de Nuevo León tras una denuncia de la Agencia Estatal de Investigaciones.
La localización de más de 600 migrantes este fin de semana sucede mientras una caravana de más de 1.500 personas provenientes de Venezuela, Haití y Centroamérica avanza por México. El grupo, que partió el jueves de Tapachula, en Chiapas, y detuvo su marcha el fin de semana, avisó de que este lunes retomaría el camino dividido en dos. Están extenuados y muchos han usado ya todo el dinero con el que contaban. La mitad del grupo original ya ha desistido de llegar a Estados Unidos, según datos del Instituto Nacional de Migración. El 50% de los migrantes se han acogido a las tarjetas de visitantes por razones humanitarias entregadas por el Gobierno mexicano.
En el camino hacia Estados Unidos, han atravesado todo tipo de situaciones violentas, como robos, violaciones, torturas, extorsiones y asesinatos, con la idea falsa de que en Estados Unidos lo recibirán. Pero en la frontera norte, la policía de Texas ya blindó el cruce entre las ciudades de Eagle Pass y Piedras Negras con contenedores de carga ante la posible llegada de la caravana. Muchos optarán por pedir protección en México, que ha dejado de ser solamente un país de paso para convertirse en uno también de destino de migrantes. El Gobierno de México y el de Estados Unidos acordaron en octubre “ampliar la cooperación” para controlar el flujo de migración irregular en la frontera y coincidieron en la necesidad de impulsar medidas económicas en los países de Centroamérica para reducir la pobreza y la violencia de mafias y pandillas en la región.
Fuente: El País