El robo legal (y el ilegal)

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La mayoría de nosotras y nosotros no somos especialistas en el tema eléctrico. Pero, también, la mayoría de nosotras y nosotros no somos tontos y podemos entender, cuando nos lo explican, que nos están llevando al baile de fea manera. No precisamente al tipo de baile de los que sí me gustan.

Y nos lo explicó alguien que sí es especialista en temas de energía: la conferencista de lujo que tuvimos el sábado en el World Trade Center, la secretaria del ramo, Rocío Nahle García. Una mujer de todas las confianzas del presidente Andrés Manuel López Obrador. Una aliada del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Una indudable comprometida con la Cuarta Transformación de México y Veracruz.

En pocas palabras: contratos abusivos obligan a la CFE a tener sus instalaciones trabajando por debajo de su capacidad para tenerle que comprar (tenerle, porque es a la fuerza) a los productores privados.

¿De cuánto encaje estamos hablando? El valor de la energía que la CFE dejó de producir en el año 2020 –por tener plantas trabajando por debajo de su capacidad- fue del orden de los 215 mil millones de pesos.

Y la energía que se les compró a los productores privados fue de 223 mil millones de pesos. O sea, les compramos energía que no necesitábamos comprar porque casi toda la habríamos podido producir solitos si las plantas de CFE hubieran trabajado como deben –habrían faltado 8 mil millones, no 223 mil-.

Eso está en los contratos que con la ley del embudo (la Reforma anterior) se firmaron en la administración pasada.

Normalmente, cuando uno descubre que le han estado robando, lo único que tiene que hacer es salir al paso de quien está abusando para tirarle el negocio ilegal.

En el caso de la industria eléctrica no es tan sencillo. Piénsenlo un momento. ¿Por qué hace falta hacer una Reforma Eléctrica para echar abajo la Reforma del sexenio anterior? Por la sencilla razón de que los anteriores reformaron la Ley para que el robo fuera legal.

Se confeccionaron la ley como traje a la medida para que el saqueo tuviera respaldo jurídico y hasta pareciera honorable. (Después les ganó la ambición y también esa ley violaron, pero esa es otra historia).

Eso es lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere echar abajo. ¿Lo vamos a dejar solo? ¡Claro que no! Tenemos que apoyarlo como lo hemos hecho siempre. Tenemos que explicarle a la gente que la Reforma Eléctrica es necesaria para tirar el arbolito donde duerme el pavorreal de los corruptos. El pavorreal que nos cuesta 215 mil millones de pesos al año.

Fuente: Imagen de Veracruz