El flujo migratorio en Veracruz ha experimentado un aumento significativo del 30 por ciento este año, según informó Edgar Zavaleta Flores, delegado estatal de Pro Libertad y Derechos Humanos.

En áreas como Acayucan, el Instituto Nacional de Migración enfrenta desafíos para gestionar la atención de migrantes, lo que ha llevado a organizaciones civiles a establecer albergues para familias enteras.

En esta situación, se destaca la solicitud de asilo político, ya que algunos migrantes son desplazados que huyen de amenazas en sus países de origen. Organizaciones como Pro Libertad operan a nivel nacional e internacional para brindar apoyo y facilitar el proceso.

El incremento del flujo migratorio, estimado entre un 30% y un 40%, ha traído consigo la presencia de personas y familias provenientes de Nicaragua, Colombia, Costa Rica, El Salvador y Guatemala. La complejidad de la situación se refleja en casos como el hallazgo de 200 migrantes en un tráiler, donde las organizaciones intervienen para asegurar que se sigan los protocolos adecuados.

Entre los desafíos enfrentados, se señala la necesidad de atención médica para niñas migrantes, algunas de apenas 14 o 15 años, que llegan embarazadas. Las organizaciones solicitan el apoyo del sector salud para abordar estas situaciones de manera efectiva.

Además, se registran quejas con respecto a la actuación de tránsito y transporte público, especialmente en la zona sur del estado. Se denuncia la extorsión ocasional, donde se solicita dinero en lugar de emitir infracciones por documentación irregular. 

Estas quejas, que ascienden a 16 diarias en la zona centro, son dirigidas a las autoridades correspondientes, asegurándose de que se brinde una respuesta adecuada a los problemas planteados, principalmente en lugares como Minatitlán, Coatzacoalcos y Acayucan.