Cientos de micro, pequeñas y medianas empresas podrían haber cerrado de manera definitiva
Aunque no hay cifras exactas sobre el cierre de negocios en Xalapa, lo cierto es que cientos de micro, pequeñas y medianas empresas podrían haber cerrado de manera definitiva, dijo Bernardo Martínez Ríos, presidente de la Canaco Xalapa, quien destacó el cierre de siete negocios solo en Plaza Américas. Recordó que al inicio de la pandemia se había registrado el cierre parcial de 15 por ciento de negocios, de los cuales muchos no reabrieron y otros están “muertos en vida”.
Reiteró que el organismo empresarial que preside no cuenta aún con cifras exactas, sin embargo no hay más que observar la gran cantidad de locales comerciales que están en renta, así como otros que se replegaron a sólo una parte de los locales y otros que se cambiaron a otras calles y zonas de la ciudad donde las rentas son más económicas.
Con él coincidió Luis Sánchez Ávila, presidente de Coparmex, quien asentó que no hay giro que no se haya visto afectado, dependiendo de su tamaño y fortaleza económica, aunque definitivamente los empresarios que han salido más afectados con los que se dedican a los servicios de fiestas y reuniones sociales como son los salones de fiestas, renta de mantelería, sillas, mesas y elaboración de alimentos para ese tipo de eventos.
Otro de los giros afectados ha sido el de gimnasios, puesto que no los dejan abrir con semáforos rojo, naranja y amarillo; los empresarios dedicados a rubros de primera necesidad sí han podido prestar servicios pero con un aforo menor como lo han aconsejador las autoridades de salud, añadió.
Por otro lado, sostuvo que el sector turístico es el que ha resultado muy afectado y que su recuperación se prevé a largo plazo.
Alejandro de la Madrid Trueba, presidente de Canacintra, indicó que han cerrado algunos gimnasios, restaurantes, cafeterías y hoteles.
Así como que los empresarios que han permanecido son los que recortaron gastos, entre ellos los que disminuyeron su nómina, porque la gran mayoría no pueden sostener las obligaciones fiscales, los pagos al IMSS y demás gastos de operación puesto que cuando se registra una reducción en las ventas, éstas se traducen en pérdida de ingresos.
Martínez Ríos añadió que con las medidas para restringir la movilidad muchos de los negocios ubicados en el centro de la ciudad tienden al cierre parcial o temporal pues registran una reducción en sus ventas, sin embargo no saben que en las plazas comerciales se estén aplicando las mismas medidas, por lo cual ésta no es la solución y se requiere se pongan en práctica otras soluciones.
Abundó que «la puesta en marcha de la alerta gris les pega a todos los empresarios en sus proyecciones e ingresos, se afecta a la economía local, lo que afectará los empleos formales» que son los que aportan a la hacienda pública y todos ellos pasarán a la informalidad, a la que no le afectan los cierres.
Concluyó que el sector empresarial está en la incertidumbre y preocupado porque todo indica que la situación de la pandemia rebasó a las autoridades, por lo cual se requiere un liderazgo que dirija a buen puerto a la sociedad en general.
CORTINAS ABAJO
A últimas fechas se ha venido observando en la ciudad más cierre de negocios grandes, medianos y pequeños. Las cortinas abajo y los locales vacíos indican que las tiendas de ropa, de alimentos perecederos y elaborados, de préstamos de dinero, arreglo de uñas y muchas más cerraron, cambiaron de giro o de domicilio a causa de las rentas.
En la plaza Américas al menos siete comercios cerraron, entre ellos Mr. Tennis.
En la zona de las grandes tiendas se ha notado el cierre del restaurante El Portón, que se encontraba ubicado a un lado de Sams. Otro restaurante que cerró es las Espadas Do Brasil que se ubicaba en la avenida Primero de Mayo, casi esquina con Ruiz Cortines.
En la avenida Enrique C. Rébsamen, específicamente en la plaza del mismo nombre, cerró la financiera Prestanómina se observa otro local vacío. Ahí también se ubicaba un establecimiento de embellecimiento de manos y ahora hay una librería.
En esa misma rúa, en el número 636 también bajó su cortina la tienda de materiales de construcción El Águila.
En la avenida Américas esquina con Laureles cerró la financiera Cash y justo enfrente cerró una cocina económica; en esa misma avenida en la esquina con Justino Sarmiento cerró un Oxxo y enfrente se ve cerrado el local de pizzas Angelotti. Asimismo se pueden observar varios locales vacíos con el letrero de “Se renta” en esa misma avenida a la altura de Benito Fentanes y Nuevo León.
En la esquina de Miguel Alemán y Pico de Orizaba cerró otra tienda de conveniencia X-24. En la avenida Úrsulo Galván cerró una tortería y ahora hay un negocio de caldos, en el número nueve cerró la cafetería Cachichines y abrió otra, en esa misma cuadra cerró una tienda de ropa de paca y más abajo una escuela primaria, también cerró el café Kukulkán y se ha notado un constante cambio de giro de negocios a la altura de la iglesia de Santiaguito, donde se ha visto cocinas económicas, chácharas y bisutería, papelerías y establecimientos de copias, así como expendios de pizzas y bocadillos que han cerrado y donde al poco tiempo abren otros.
Lo mismo sucede en Ruiz Cortines, muy cerca de Los Sauces, donde se nota un constante cambio de giro entre cocinas económicas, salones de belleza, de polish y uñas artificiales.
La zapatería Cindirella, con 28 años en el mercado, ubicada en Juan Soto casi esquina con Zamora, se replegó a la mitad del local y junto abrió una panadería.
En la plazuela de Xallitic cerró una cafetería y diversas cocinas económicas que se encontraban sobre la calle de Madero.
También cerró la joyería que se ubicaba en la esquina de Juárez y Carrillo Puerto; en Enríquez desapareció una tienda de bisutería y ahora hay una de donas.
En la avenida Bolivia también se ha registrado cambios de giros, pues donde hasta hace poco se expendían pollos asados acaba de abrir una cafetería; en la esquina con Nicaragua donde cerró una abarrotera hoy hay una tienda con venta de verduras.
En Centroamérica esquina con Venustiano Carranza cerró sus puertas una iglesia cristiana y ahora hay un salón de ballet.
Ahí mismo una papelería se replegó a la mitad del local y dejó espacio para una tortería.
Esta es una constante prácticamente en todas las calles de la ciudad, donde si bien se cierran algunos comercios surgen otros con nuevos conceptos e innovaciones.
En El Sol de Orizaba