Mujer denuncia violencia obstétrica por parte de personal del Hospital General 71 del IMSS de Veracruz

Hizo un llamado al IMSS, a la CODAMEVER y de la Secretaría de Salud para que hagan una investigación de los servicios que presta el personal de dicha sede

Veracruz, Ver.- Por presunta violencia obstétrica que puso en riesgo su vida y la de su bebe, la señora Guadalupe Mireni Palacios García, presentó una denuncia administrativa en contra del personal médico del Hospital General zona número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ubicado en la prolongación Salvador Díaz Mirón de esta ciudad y pide el reembolso de los gastos por la atención particular.

La afectada cuyo número de afiliación es 6513-92-17772-6, relató que tuvo que contratar abogados para proceder legalmente por una serie de abusos y burlas de parte del personal de dicha clínica que empezó desde el pasado 25 de abril, unos días de que diera a luz.

Explicó que el 1 de mayo se presentó a dicha clínica en donde le pidieron los estudios previos y la asistió el doctor Tito “L” quien, la humilló frente a sus alumnos haciendo referencia de su sobrepeso.

“Dirigiéndose el doctor a los residentes: “Ven muchachos, la obesidad es la principal causa para este tipo de ultrasonidos, no se puede checar bien, miren (apretando con el aparato mi abdomen) miren éste bulto de grasa, no me deja apreciar bien al bebé. escucha la frecuencia cardiaca y me dice que todo está bien, que ya me puedo parar, me levanto y el pañal que está en la camilla, lo quitan, pues está todo mojado y lleno de sangre, entonces el médico me dice: “Señora no puede estar viniendo a cada rato, esta semana ya es la tercera vez que viene, regrese cuando tenga verdaderos síntomas de alerta” explicó la entrevistada.

Posteriormente, el médico le argumentó que todo era normal y le pidió regresar a su casa pese a los dolores.

“Ya que estaba en la casa aproveche a llamar a mi ginecóloga particular para sacar cita y ya en consulta con esta última, me dice que por el cuadro de salud que presentaba ya era para que estuviera internada, por lo que ya con una orden de la doctora particular regrese al IMSS, me revisan y me dicen que tengo el 90% del cérvix borrado y que el bebé se está quedando sin líquido, y me manda una nota dónde dice que hay rotura de membrana, disminución de líquido amniótico y movimientos fetales disminuidos”.

Estando en el seguro social fue recibida por los residentes que la canalizaron nuevamente con el doctor. Tito “L” quien pidió que la atienda otra ginecóloga, quien además la lastimó y de la cual nunca supo el nombre.

“Me lastima muy feo, me dice que me aguante, que sabe que duele, pero que me aguante y no me mueva” y ya terminando la revisión, le pido a uno de los residentes que me ayude a levantarse y el doctor Tito “L” da la orden al pasante que no lo haga, le dijo no la ayudes, que se levante ella, señora levántese como pueda, nosotros no estamos para ayudarles a levantarse fueron las palabras del galeno.

Durante las contracciones más fuertes nadie la auxilio a pesar de que su ginecóloga particular le había indicado que el bebe estaba por nacer,

“Mis contracciones fueron cada vez más fuertes y dolorosas, grito, me agarro de la esquina del colchón y el Dr. Tito Lobato se burla de mi dolor, imitando mis gritos de “ay, ay, ay”, la doctora junto a él se ríe. Me observan sentados, en la banca frente a mí, sin cubre bocas, platican, se ríen (…) Sigo con mis contracciones, duelen mucho al grado de quedarme dormida o desmayada, después de cada una y el doctor Lobato de nuevo dice: “¿otra vez? No te puedes aguantar, deja de quejarte”, la doctora a mi lado me dice que baje la voz”.

Ante estas humillaciones y con los terribles dolores, logró que su esposo la trasladara de emergencia a una clínica particular donde recibió la asistencia de su ginecóloga particular.

Finalmente, el bebe nació, sin embargo fue ingresado a una incubadora con oxígeno por varias horas porque fue reportado con escaso líquido amniótico, con la frecuencia respiratoria más rápida que la normal, y debido al desprendimiento parcial de placenta que tuvo, el bebé tragó sangre y tuvieron que realizarle un lavado gástrico.

Ahora, Guadalupe Mireni solicitó al IMSS el reembolso de 34 mil 500 pesos, producto de los gastos derivados de su hospitalización y atención en un nosocomio privado para ella y su pequeño hijo, ya que en el IMSS no le quisieron brindar esa atención a la que tenía derecho.

Asimismo hizo un llamado a las autoridades del Instituto Mexicano del Seguro Social, a la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Veracruz (CODAMEVER) y de la Secretaría de Salud que hagan una investigación de los servicios que presta el personal de dicha sede y de los perfiles de quienes “velan” por la salud de los pacientes de ese nosocomio.

En Diario de Xalapa