Por primera vez en una manifestación, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desplegó un operativo para resguardar el orden
“Aborto legal” y “es deber legal, no hay pretexto moral”, se lee en lonas verdes con forma de pañuelo que cuelgan de los principales puentes de Xalapa, la capital de Veracruz.
Grupos feministas se sumaron a las protestas que se llevan a cabo a nivel nacional para la despenalización del aborto.
Cientos de ellas marcharon en el centro de la ciudad, también para exigir que cese la violencia contra las mujeres.
Por primera vez en una manifestación, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) desplegó un operativo para resguardar el orden y la integridad física de la ciudadanía y del patrimonio en Xalapa.
Durante el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, un grupo de mujeres se concentró al interior del viaducto del parque Benito Juárez, muy cerca del Palacio de Gobierno.
Después de las 14:30 horas, un contingente partió del Teatro del Estado “Ignacio de la Llave” hacia el mismo lugar, donde las paredes ya habían sido marcadas con pintura en aerosol.
Decenas de granaderos intentaron proteger los negocios, así como los recintos públicos y religiosos, para evitar que fueran dañados, como ha ocurrido en protestas feministas pasadas.
Sin embargo, sobre la fachada de la Catedral de Xalapa, las protestantes dejaron mensajes, como: “aborto será ley”, “aborto legal” y “pedófilos”.
Esto ocurrió, pese a que algunos feligreses hicieron una valla humana y realizaron algunas plegarias para evitar que la parroquia fuera dañada.
Los católicos portaban cubrebocas azules y playeras blancas, para pronunciarse a favor de la vida y en defensa de los no nacidos.
Al encontrase a una distancia considerable de las feministas, no ocurrió ningún problema entre ambos grupos, durante este 28 de septiembre.
Las jóvenes, vestidas de negro y con cubrebocas o pañuelos verdes, se concentraron en Plaza Sebastián Lerdo de Tejada, mientras los elementos del grupo antimotines, resguardaban el Palacio de Gobierno.
Los propietarios de los negocios se anticiparon y bajaron sus cortinas para evitar destrozos. La mayoría de los establecimientos permanecieron cerrados.
También la Torre de la Secretaría de Seguridad Pública fue protegida láminas de metal, para evitar que los cristales de las ventanas fueron destruidos por las feministas.
En El Heraldo de México